Se pierde casi del 40% de los alimentos que produce Colombia
Diciembre 5 de 2018
La producción de comida requiere del uso de una parte considerable de nuestros recursos naturales, el proceso demanda el uso de un 70% de agua, 40% de tierra y 30% de energía; sin embargo, los colombianos dejamos de consumir 1.300 millones de toneladas de la comida que se produce al año, lo que equivaldría en extensión al tamaño de India o Canadá,
Dicha coyuntura representa una necesaria valoración de la manufactura de alimentos en el país, ya que al año se desaprovecha alrededor de 32 kilogramos de comida por cada colombiano.
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, determinó que en promedio ochocientos millones de personas se acuestan sin comida y alrededor de tres mil millones se encuentran en desnutrición, la situación es aún más preocupante puesto que se pronostica que para el 2025 sean alrededor de diez mil millones de personas.
Esta es una problemática mundial, los países desarrollados desaprovechan alrededor de seiscientos setenta millones de toneladas de alimentos aptas para el consumo y los países en desarrollo pierden seiscientos treinta millones de toneladas, la diferencia es que los países en subdesarrollo la mayor pérdida se da en las primeras etapas de producción mientras que los desarrollados lo pierden en la etapa de distribución y consumo final.
El panorama local
9.76 millones de toneladas se desperdician en Colombia de las 28.5 millones que se producen a nivel nacional, lo que representa y un 34% del total producido. El estudio sobre el desperdicio de alimentos publicado por el Departamento Nacional de Planeación en 2016, evidencia que los colombianos desperdician en sus platos y alacenas 1.5 millones de toneladas de comida al año, esto corresponde a 32 Kg por persona y constituye un 15.6% del total de la producción anual de los alimentos del país.
Las pérdidas en la producción agrícola, representan un 40.5% del total producido nacional. Las frutas, raíces y tubérculos son los alimentos que más se pierden, pese a que son los de mayor valor nutricional. Las principales causas por las que se genera dicha perdida son las prácticas inadecuadas para el tratamiento de los alimentos, fallas técnicas e ineficiencias en procesos como el transporte y almacenamiento.
El asesor nacional en seguridad alimentaria y nutricional de la FAO, Santiago Mazo, afirmó que en Colombia el sector agropecuario tiene un importante nivel de atraso que es determinante para prevenir las pérdidas en las primeras etapas de producción. Mazo se refirió a también a la falta de inversión tecnológica para esos procesos “Nuestros procesos siguen siendo muy artesanales y tenemos un retraso significativo en inversión de tecnología y estandarización en muchos de esos procesos. Los pequeños y medianos productores carecen de asistencia técnica, acceso a tecnología y a crédito para mejorar esos procesos. Existe una desconexión entre la oferta y la demanda, y muchas veces la demanda no alcanza a cubrir todo lo que se produce de un mismo tipo de alimento”.
La Coordinadora de sistemas alimentarios sostenibles de la WWF Colombia Camila Cammaert, expone la necesidad de crear una estrategia integral que contribuya a minimizar esta problemática, y para ella se debe enfocar en tres aspectos principales: generar un cambio en los patrones de consumo, volver más sostenible la forma en la que se produce hoy el alimento y reducir a la mitad las pérdidas y desperdicios, y así evitar que sigan siendo una presión y amenaza sobre los ecosistemas.
Según el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) y el Ministerio de Agricultura, “en Colombia el 44,6 % de la tierra es de uso agropecuario (50,9 millones de hectáreas), de las cuales solo 4,9 millones están destinadas a uso agrícola, mientras la ganadería usa 38 millones”. Estas cifras indican que el país no está aprovechando todo su potencial agrícola.
Y no puede olvidarse que Colombia y la región tienen la oportunidad de liderar el cambio, pues según la FAO América Latina y el Caribe serán la próxima despensa del mundo. Hoy contribuyen con cerca del 11 % del valor de la producción mundial de alimentos y cuentan con el 24 % de la tierra cultivable del mundo. Además, tienen un gran potencial para aumentar sus cultivos y a la población en crecimiento. Una cifra clave: si el mundo lograra reducir a la mitad la pérdida y desperdicio actual, en 2050 solo necesitaría incrementar la producción de alimentos en un 20 %. Si continuamos así, el incremento deberá ser del 60 %, todo depende de las decisiones que tomemos hoy.